El terror al lienzo en blanco

Suena un poco ridículo decir esto, y más viniendo de una artista, pero es cierto que a veces me da terror el lienzo en blanco. ¿Por dónde debería empezar? ¿Cuál debería ser el primer paso? ¿Tengo claro lo que voy a hacer? ¿Tengo suficientes referencias? ¿Y si estropeo el papel sin haber hecho algo de valor? Todas estas preguntas me rondan la cabeza una y otra vez y la verdad es que cuanto más tardo en empezar a dibujar, peor. Con toda esta preparación yo misma me pongo los obstáculos y la presión, y es esta presión la que muchas veces no me deja avanzar.

El miedo

Creo que cuando nos da miedo un lienzo en blanco lo que realmente nos da miedo es fallar, hacerlo mal. Estamos en un punto en el que vemos excelencia en todas partes. Hay mucha gente y muy buena. En todo. Entras a cualquier red social y ves a personas haciendo lo que tú quieres hacer y estando donde tú quieres estar.

Nos han hecho pensar que son competencia, que tenemos que ser mejores, cuando la realidad es que no, que lo que tendríamos que ver en estas personas es inspiración y admiración. Esto me parece un punto muy importante, porque no es la misma mentalidad la de competir que la de mejorar. Por mucho que estudies o practiques, siempre hay espacio para mejorar, y cuando mejoras la sensación es increíble. En cambio, cuando compites ¿Cuál es tu objetivo? ¿Derrotar a tu rival? ¿Ser mejor? Siempre va a haber alguien mejor y si tus ambiciones son ganar en vez de mejorar, la mayoría de veces te quedarás con un mal sabor de boca, con la sensación de haber perdido.

El bucle

Últimamente he estado analizando muchos aspectos de mi vida y cómo podría mejorarlos. Y la verdad es que cuando me pongo a hacer las cosas, me pongo. Quiero decir que me esfuerzo al máximo y lo hago lo mejor que puedo. ¿Perfecto? No. Siempre acabo con la sensación de «podría haberlo hecho mejor si…» y esto me lleva al tema de hoy, el miedo que da equivocarse.

Me he dado cuenta, muy a mi pesar, de que este miedo no lo tengo solo a la hora de dibujar. Me da tanto miedo equivocarme y hacer mal las cosas que las acabo retrasando todo lo que puedo, ¿Por qué? Porque así la sensación es que lo he hecho mal porque no he tenido el tiempo suficiente y no porque no he sabido hacerlo. Esto es extrañamente reconfortante, pero se siente menos fallo si acabas con un «si hubiese tenido más tiempo…» por muy mentira que sea.

La salida

Como todo miedo, ya sea a un lienzo, a un bicho, o a una situación, debe superarse. El primer paso, y uno de los más difíciles es ser conscientes del problema, pero eso ya lo tenemos hecho, ¿no? Ahora viene lo que en mi caso estoy entendiendo como la solución, que es, ni más ni menos, hacerlo. Da igual lo que sea que te esté frenando, hazlo, inténtalo, y si fallas no pasa nada. Porque este ha sido mi gran descubrimiento, cuando fallas no pasa nada.

Como se suele decir, se aprende de los aciertos pero sobre todo de los errores, por eso es tan importante hacerlo, por muy mal que salga, porque solo con intentarlo estás un paso más cerca de llegar a donde quieres. Así que desde hace un par de meses me baso en esta idea, hacer y corregir en lugar de pensar demasiado y terminar paralizada. Lo que tenga que ser será.

Si te ha gustado la foto del artículo y quieres saber cómo lo he hecho, puedes leer mi anterior entrada en la que lo explico paso a paso. Si eres una persona más visual, te dejo mi TikTok donde dentro de poco subiré el tutorial.